miércoles, 6 de octubre de 2010

Parte 10


No tardaron en salir de la casa, como imaginamos Pedro había conseguido convencer a Danna para que entrara. La única que parecía contenta era Edith que se acercó a mí corriendo con el móvil en la mano y una cámara de fotos en la otra.
-Le he sacado fotos a todo, espero haber encontrado algo-dijo bastante emocionada-¿Y tú qué tal?
-No he visto nada emocionante-me limité a decir-pero bueno quizás tu hallas encontrado algo ¿No crees?
-Ojala-dijo ella que parecía haberse dado cuenta de que era más o menos lo que pasaba, tanto Aitor como yo estábamos ausentes y aunque no sabían todavía hasta qué punto era normal en mí, estaba claro que en el chico no era común ese comportamiento.

En esa ocasión nos fuimos nosotras solas, Jano se iba a quedar en casa de Pedro y se fue con ellos. Eso fue un alivio porque así teníamos menos posibilidades de que mi madre se enterara de que la había desobedecido.
-¿Qué os pasaba a Aitor y a ti antes?-dijo Danna- Estabais los dos muy raros.
-Nada-conteste en un tono poco convincente-no ha pasado nada- yo sabía que no las había logrado convencer, sobre todo a Danna que era algo cotilla.

Pensé que Danna iba seguir intentando sacarme algo de lo que había hablado con Aitor pero no me pregunto nada más, se limitó a mirarme y luego mirar a Edith, que no parecía haber prestado mucha atención a nuestra pequeña conversación, parecía bastante concentrada mirando a la cámara de fotos, sin duda en busca de alguna mancha extraña, una sombra o una cara con la que pudiera demostrar que allí había fantasmas.

Como no había investigado bien dentro de la casa me acerque a Edith y seguimos mirando las fotos mientras caminábamos. No encontramos nada pero Edith dijo que siempre podríamos ir otro día con más tiempo, cosa que ha Danna no la hizo demasiada gracia.
Me despedí de las chicas al llegar delante de la puerta de casa. Mi madre se acercó a mí, yo no tenía muchas ganas de discutir otra vez a sí que intente esquivarla sin mucho acierto.
-¿Qué tal te lo has pasado con tus amigas?-dijo ella con su sonrisa típica de cuando gana, lo que no sabía era que yo me había saltado sus normas de forma exagerada, porque la primera era no ir con Aitor, y no solo había ido con el si no que había ido también con Pedro y con Jano, encima había estado a solas con Aitor, cosa que a mi madre no la iba a hacer mucha gracia. La segunda norma era una que ella me había impuesto hacia bastante tiempo, antes de mudarnos, el no entrar en casas o propiedades privadas sin un permiso de su propietario.
-Muy bien-dije-hemos ido a dar una vuelta por ahí.
-Así me gusta, nada de chicos por ahora-dijo ella, al tiempo que mi padre se asomaba por la puerta del salón.
-¿Quién era el chico de esta mañana?-dijo mi padre, me sorprendió que no le conociera porque Aitor era del pueblo y mi padre parecía conocer a todo el mundo.
-Es solo un compañero de clase-le conteste-le he conocido ayer.
-Pues si le has conocido ayer quiere decir que ese chico va demasiado rápido, te conoce un día y al siguiente se presenta en tu casa sin avisar para ir a clase, y encima solos.
-Mira papa, ya he tenido la misma discusión con mama esta mañana y no me apetece repetirla, así que me voy a mi cuarto.

No le di tiempo a contestarme, pero supuse que no le había hecho mucha gracia mi contestación. Sin embargo no fue detrás de mí para reñirme. Hice lo mismo de siempre, coger mi Mp4. Era mi amigo inseparable y me venía de perla para desconectar. Saque una hoja y empecé a pasar a limpio mi horario. Cuando termine encendí el ordenador y entra a mi Messenger  para ver si mis amigas aun no me habían olvidado, pero no estaba ninguna conectada.

Me las imagine en la playa disfrutando de los últimos días de verano. Eso me hizo sentirme mal por un momento.
Decidí que lo mejor irme a dormir, a la mañana siguiente empezaríamos las clases y no me apetecía dormirme el primer día. Me costó algo dormirme pero al final lo conseguí.

A la mañana siguiente me desperté media hora antes de que mi despertador sonara, sabía que había soñado con Aitor pero no sabía que consistía el sueño. Eso me pasaba a veces y no me gustaba nada.

Me vestí y empecé a desayunar, cuando termine me fui a mi habitación y saque el libro que estaba leyendo. No pare de leer hasta que mi madre abrió la puerta de mi habitación. Le guarde en mi mochila de clase por si me daba por leer en el recreo y me termine de vestir y de arreglar. Al poco rato ya estaba en frente de la puerta de Edith, con Danna a mi lado y esperándola. Salió al poco rato con cara de sueño.
-Buenos días-dijo, luego bostezo-espero que no nos toques muchas horas con la del otro día.
-Es que no me creo que ya tengamos que volver a clase-dijo Danna-me una pereza…
-Vamos no te quejes tanto que te va a dar igual-dijo Edith, parecía que esa conversación se había repetido en otras ocasiones.
-Edith tiene razón-dije-por mucho que te quejes no te servirá de nada, aunque lo hagas delante de tu casa, tu madre no va a salir y te va a decir que te quedes todo el año sin hacer nada, porque aparte de que se la cargaría, tú te llagarías a arrepentir algún día.
-Menudo discurso-dijo Danna con una sonrisa-eres casi aun peor que Edith cuando me aburre toda una tarde para que me lea algún libro.
-Pues por lo que veo ahora seremos dos aburriéndote para que leas-dijo Edith-¿O no Lía?
-Por supuesto-conteste, Danna me miro y luego empezó a bajar las escaleras.
-Vamos, que vamos a llegar tarde al primer día de clase-estaba claro que lo único que quería era cambiar de tema lo más pronto posible. Edith y yo nos reímos, Danna se unió poco después mientras íbamos ya para clase.

martes, 5 de octubre de 2010

Parte 9


No nos equivocamos al pensar que los chicos irían primero a por Jano, llegaron justo a las tres y Jano ya estaba con nosotras abajo. Yo me había puesto a hablar con Danna ya que Edith como siempre que Jano andaba cerca se había dedicado a hablar con el casi olvidándose de las demás. Se me habían acabado los temas de conversación, ya que Danna solo sabía hablar de moda, chicos y cosas por el estilo. Por eso me alegre al ver que Pedro y Aitor venían hacia nosotras.
-¿Cómo es que habéis venido a buscar a Jano vosotras?-dijo Pedro.
-Es una larga historia-dijo Edith-pero ahora vamos a irnos que si no, no nos va a dar tiempo a ver la casa entera.

No tardamos mucho tiempo en llegar a la casa, era bastante grande pero  tenía la mitad de la parte arriba destruida, yo no sabía hasta qué punto era resistente, pero no me iba a quedar fuera por ello, el que no arriesga no gana y no quería quedar mal a la primera de cambio.

La que no quiso entrar fue Danna, además tampoco se quería quedar sola así que Pedro se quedó con ella. El no parecía muy contento, así que le prometimos que luego se quedaría alguien con ella y entraría el a echar un vistazo.

Parecía que lo habían planeado bien, ya que sorprendentemente a mí me toco ir con Aitor y a Jano con Edith. Yo la verdad es que no me sentí muy cómoda en ir sola con el chico, no le conocía lo suficiente como para fiarme de él, aunque algo en mi interior me decía que era fiable, no lo podía dar por hecho tan rápidamente si no quería luego tener la posibilidad de llevarme un chasco.

Al contrario que yo Edith parecía bastante contenta por ir con Jano, me preguntaba si en verdad iban a ver la casa y a investigarla o por el contrario se distraerían por el camino.  Eso me hizo mirar a Aitor y desconfiar algo, no entendía el porqué de separarnos en grupos, si no terminábamos ese día podíamos volver otro.
La casa era bastante oscura y solo entraba la luz por las ventanas que tenían los cristales rotos ya que los demás estaban tan llenos de polvo que no se veía por ellos. Desde una de las ventanas vimos a Danna y a Pedro, este seguía algo enfurruñado, estaba sentado en la acera de enfrente de la casa con cara de pocos amigos, eso me hizo recordar a cuando me enfadaba en el colegio de pequeña, cuando me quedaba todo el día sentada en una esquina o sin hablar por cualquier tontería. Acordarme de esto me hizo sonreír pero también me hizo recordar también a mis amigas de toda la vida. Danna y Edith eran muy buenas conmigo, pero eso no me hacía olvidar que a muchos kilómetros tenía unas amigas  que lo más posible es que me echaran de menos, o quizás ya o dentro de un tiempo me acabarían olvidando.

No nos encontramos con los demás en ningún momento, así que le s esperamos en la entrada, Danna y Pedro no estaban fuera así que supusimos que al final el chico la había convencido para entrar, así que salimos nosotros.
-¿Te ha gustado la casa?-me pregunto Aitor que no había hablado nada durante todo el rato.-No te veo muy convencida.
-No hemos encontrado nada bueno-dije, la verdad es que muy no me lo había pasado, mis dudas hacia el chico no me habían dejado concentrarme en lo divertido.
-Te ha molestado que te haya ido a buscar esta mañana-dijo, no era una pregunta sino una afirmación.
-No, a la que le ha molestado es a mi madre-dije yo y por la cara que puso le debí de sorprender-a mi nada más me sorprendió un poco.
-Lo siento-dijo él-pero yo pensé que les había caído bien a tus padres, parecían contentos mientras yo estaba allí.
-Eso también me sorprendió-le dije-mis padres, sobre todo mi madre están chapados a la antigua en ese tema, no quieren que este con los chicos porque dicen que eso es malo para mí y para mis notas.
-Eso es ridículo, tener novio no te va a hacer suspender, el dia es muy largo y hay tiempo para todo-dijo el chico haciendo que me pusiera colorada.
-Nadie ha hablado de que seas mi novio-dije,  estaba muy avergonzada para hablar pero tenía que dejarle las cosas claras-no te conozco de nada.-Además todavía necesito saber muchas cosas de ti.
-¿Qué cosas?-dijo él, claramente mi negativa no le había hecho mucha gracia, lo más seguro es que no estaba acostumbrado a ellas.
-¿Por qué no quieres estar con las demás a solas?-dije, era algo que me había parecido raro desde el momento en el que las chicas me lo habían contado.- ¿Por qué has querido hacer la excepción conmigo?
-Es solo que las demás no me gustan, no me caen bien-dijo él-bueno Danna y Edith si, fijo que Danna ya te ha contado que lo intento pero es que yo no quería nada con ella y mucho menos sabiendo que Pedro sí. No sé si me entiendes.
-Si-le conteste-Pero todavía no me has contestado a la segunda pregunta.
-Pues es bastante simple, me gustas, pero ya veo que yo a ti no-dijo él-asique seremos amigos si es lo que quieres.
-Es lo mejor, al menos por el momento-le di la razón aunque en el fondo me dieron ganas de cambiar de idea.

Pensé en mi madre, que diría si se enterase de que en ese preciso instante estaba prácticamente dándola la razón.
-Es por tu madre ¿Verdad?-dijo Aitor de pronto-No es que no lo comprenda pero ella no se tiene porque enterar.
-No es por ella, es que primero te tengo que conocer y luego ya veremos-tenía que pensar un tema nuevo que sacar porque como siguiéramos en ese tema no iba a conseguir seguir fingiendo mucho más tiempo y al final acabaría por echarme para atrás.
-Vale-dijo el chico algo decepcionado-tardan mucho estos ¿No?
-Sí, no sé dónde se habrán metido-conteste yo bastante aliviada por haber cambiado de tema.-Sera mejor que les llamemos al móvil, si no se va  a hacer de noche y luego no van a ver nada y les costara encontrar la salida.

Sin decir nada el chico cogió el móvil y le mendo un mensaje a uno de los otros dos, yo hice lo mismo, le mande un mensaje a Edith y la escribí que se lo reenviara a Danna.

sábado, 2 de octubre de 2010

Parte 8

No tuvimos tiempo de seguir hablando porque en ese preciso instante entro la que debía de ser nuestra tutora, porque no era un día de clase normal, era el día de la presentación, que consistía en estar hay sentados por lo menos veinte minutos las explicaciones de cómo vamos a trabajar, lo que vamos a dar ese curso y las normas del centro.

La mujer se llamaba María, era la típica profesora que caía mal, tenía pinta ser muy recta y tener mal humor. Eso no creo que animara mucho a nadie, pero claro luego a saber, hay quien dice que las apariencias engañan y yo en ese momento deseaba que en este caso así fuera porque si no iba a ser uno de los cursos más difíciles de mi vida.

Como pensaba la profesora nos tuvo en clase más o menos media hora, pero a mí se me hizo como si hubiéramos estado tres horas, menos mal que teníamos planes para esa tarde y compensaríamos con creces el aburrimiento de esa media hora.

Me fui a casa con las chicas y con Jano que vivía en el edificio de al lado, Aitor y Pedro se marcharon ellos solos ya que vivía por la otra parte del pueblo, aunque como era verdaderamente pequeño no era mucha la distancia de su casa a la nuestra.

Al llegar a casa escuche como mi madre hablaba por teléfono con alguien, pero no me dio tiempo a cotillear porque mi madre colgó, sin duda al oírme llegar, lo más seguro para regañarme por la había llegado esa mañana sin avisar y por la cara de mi madre al salir de la cocina no iba mal encaminada.

-Me tienes que dar una explicación jovencita-odiaba la falsedad de mi madre, esa mañana parecí incluso feliz, parecía como si la hiciera gracia que Aitor me hubiese ido a buscar, pero estaba claro que solo fingia para quedar bien con el chico-Te he dicho mil veces que no quiero que tengas este tipo de comportamiento.

-¿A qué comportamiento te refieres, mama?-dije yo bastante enfadada-si te refieres a que Aitor me haya venido a buscar, yo no tengo la culpa, no sabía nada me pillo tan de sorpresa como a ti, además tampoco es para tanto.

-Sí que lo es-dijo ella subiendo un poco la voz-te he dicho mil veces que no tienes edad para tener novio y...

-¿Quién te ha dicho a ti que Aitor es mi novio?-dije lo más bajo que pude, no quería que me escucharan discutir con mi madre y menos de ese tema.

-No hace mucha falta que me lo diga nadie, salta a la vista-dijo mi madre.

-Cada día eres más pesada y cada día eres más antigua-dije sabiendo que la iba a dar igual-incluso la abuela comprende mejor que los tiempos han cambiado, y que ya no hay que ser novios para que un chico te venga a buscar a casa, Aitor es solo un amigo.

-No es que este chapada a la antigua, es que eres muy joven, tienes que estudiar-dijo mi madre, pensé que la iba a dar igual y eso era exactamente lo que quería ella que yo pensara, pero en el fondo la debí de ofender porque aunque parecía querer seguir discutiendo la cara la cambio por completo.

-Mira yo hasta el momento he sacado buenas notas teniendo amigas,-dije lo más calmada que pude, quería dejar este tema ya e irme a mi habitación a pasar a limpio mi horario, para ponerle en un sitio visible-¿Por qué no iba a sacar las mismas mejores notas teniendo también amigos?

-Por que los chicos son diferentes, a tu edad distraen mas de lo que te puedes permitir y no quiero que descuides tus notas demasiado.-contesto mi madre-y ya está decidido, no quiero que vuelvas a ir con él, ni que te quedes sola con el y mucho menos que te venga a buscar.

-¿Y que más?-dije medio llorando-¿Me vas a atar también a la pata de la cama? ¿Me vas tener encerrada en casa?-Mi madre no dijo nada-Pues que sepas que me da igual lo que digas, paso de no hacer amigos, fuiste tu la que me dijiste que me adaptara.

-Si pero…-dijo mi madre, pero no la di tiempo a que me siguiera hablando, me marche a mi habitación.

Decidí que lo mejor era dejar lo del horario para otro día, al fin y al cabo entender se entendía bien solo que por hacer tiempo había decidido pasarlo a limpio. Me tumbe en la cama e hice lo mismo de siempre, encender mi Mp4 y quedarme mirando al techo. De vez en cuando miraba al reloj, pero como me había pasado en clase los minutos pasaban como horas. Mi madre me llamo varias veces para ir a comer, incluso mi padre lo intento dos o tres veces y mi hermano entro en la habitación y me dijo que como no fuera en cinco minutos se lo iba a comer. Ese comentario la verdad me animo algo, mi hermano en ocasiones era algo gracioso y a mí me divertía el hecho de que se pasase la vida comiendo. Cuando por fin llegaron la tres menos cinco, me levante y salí de casa sin despedirme de nadie. Llame a las chicas, primero llame al timbre de Danna y luego al de Edith.

Danna salió a los pocos segundos y para mi sorpresa Edith también, era la primera vez que contestaba ella en vez de su hermana Helena.

-¿Qué te pasaba antes con tu madre?-dijo Danna-Te oímos discutir con ella.

-Nada-dije yo, pero no había convencido a las chicas-solo que no la parece bien que Aitor me haya venido a buscar esta mañana y ahora me quiere prohibir ir con él.

-Entonces, ¿No vas a venir esta tarde?-dijo Edith

-Yo solo he dicho que me quiere prohibir que valla con Aitor no que la vaya a hacer caso-dije- si tengo que dejar de hacer algo simplemente porque mi madre me lo prohíba entonces no saldría de casa.

Ese comentario hizo que las chicas se rieran un rato. Luego decidimos que lo mejor era esperar en el portal de Jano, lo más seguro es que le fueran a buscar a el primero y así mi madre, que estaba asomada a la ventana de la cocina, me vería irme solo con las chicas, pero luego en realidad estaríamos todos juntos. No me quería perder por nada del mundo esa tarde.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Parte 7

Cuando llegamos a clase los chicos nos hicieron señales con la mano para que nos acercáramos. Edith me dio un codazo y me señalo una chica que estaba intentando hablar con Aitor, pero sin mucho éxito.

-Mira, es Belén-dijo Edith, la chica era muy rara, tenía un peinado típico de una niña pija, el pelo era rubio y estaba atado con una pincita a otras, pero su ropa era la típica de una chica algo putón, vamos que para mi gusto no la conjuntaba el pelo con la ropa que llevaba.

La chica no para de intentar atraer la atención de Aitor, pero este no parecía querer saber nada de ella. De vez en cuando el chico me miraba y al cabo de una rato nuestra miradas se cruzaron, fue entonces cuando Belén se debió de dar por vencida por que paso por al lado mío muy deprisa, se paró, me miró con una mirada asesina y luego se marchó a su mesa sin hablar con nadie, no tardaron en rodearla tres chicas tapándola por completo.

-Creo que no la has caído muy bien-dijo Danna que al parecer había estado atenta a toda la escena- pero no te preocupes que eso la pasa con todo el mundo, solo se habla con esas tres que están a su alrededor y solo porque son a las únicas que puede dominar a su antojo.

-No te preocupes que a mi ella tampoco es que me caiga bien-le dije-para mí que lo que no la ha gustado ha sido el hecho de que Aitor me prestara más atención a mí que a ella, es más, para mí que le prestaba más atención a una baldosa de las que hay en el suelo que a ella.

Este comentario les hizo mucha gracia a las chicas y no dejaron de reírse hasta que llegamos a la mesa donde estaban los tres chicos.

-Oye chicas-dijo Jano-esta tarde vamos a ir a ver esa casa que está abandonada cerca del parque que hay al final del pueblo. ¿Os apetece venir?

A mí me encantaba visitar ese tipo de sitios, pero no sabía la opinión de las demás asique las mire para hacerme una idea según la cara que tenían, Edith estaba casi tan entusiasmada con el tema como yo, la debían de encantar esos temas, pero Danna no parecía muy contenta con la idea y eso la verdad es que me desilusiono bastante, me imagine que si ella no quería venir entonces tampoco querría venir Pedro y como ya faltaban dos en el grupo tampoco querrían venir los demás. La verdad es que yo a Danna no la veía escalando para colarse en una casa ni tampoco me podía imaginar que la gustaran esos temas y la cara que tenía me dio la razón. Sin embargo a Edith la pegaba más el colarse en casas abandonadas y sitios parecidos en busca de algún espíritu atrapado en nuestro mundo. Por mi parte visitar esos tipos de lugares era una de las cosas que más me gustaba hacer en mis rato libres.

-¿Vosotras queréis ir?-dijo Danna que seguía e igual de poco convencida que antes.

-¡Sí!-contestamos las dos a la vez

-Bueno, pues sobre las tres pasaremos a buscaros-dijo el chico-hay que planearlo todo muy bien antes de entrar.

-¿Porque hay que ir tan pronto para planearlo?-pregunte yo-solamente hay que entrar en una casa abandonada, no creo que haya nadie vigilando, muy difícil no será.

-Te equivocas, no es fácil entrar en esa casa-dijo Edith-está en peligro de derrumbe y un solo paso en falso puede hacer que se nos caiga encima, además siempre tiene que haber alguien que se quede fuera por si llegase a pasar lo de que se derrumbase la casa.

-Que me imagino que ese alguien voy a ser yo-dijo Danna-Por cierto Edith, ¿No te parece raro que hayan tardado tanto tiempo en querer entrar allí?

-Pues ahora que lo dices es verdad, llevamos un tiempo que nada más querían ir a ese parque y siempre acabábamos en la verja de entrada mirando la casa.

-¿Dónde está exactamente esa casa?-pregunte-yo pase por ese parque que decís en coche y no la vi.

-Eso es porque está escondida, pero está cerca, es bastante grande ya la veras-dijo Danna.

-Yo siempre he querido entrar, pero ya te digo que es muy complicado, tienes que entrar con más gente y por lo menos se tiene que quedar uno fuera por si se cae, así que no podía entrar yo sola y por eso estaba esperando a ver si entrabamos todos juntos.

-A mí no es un tema que me interese mucho-dijo Danna-no me hace gracia entrar ahí, siempre tienes la posibilidad de caerte, romperte algo y enzima mancharte entera, eso si no te das un mal golpe y…

-No hay que ser tan negativa Danna-dijo Edith-no te va a pasar nada malo, pero si quedándote fuera estas más tranquila deseo concedido.

-Pues a mí me encanta entrar en casas de ese tipo-dije yo-pero siempre que no se entere mi madre porque me mata, a ella no la gusta que yo entre en ninguna casa sin permiso este o no abandonada.

-En las que están habitadas vale-dijo Edith-¿Pero a quien se piensa tu madre que le vamos a pedir el permiso en las abandonadas? ¿A la verja de entrada? ¿O a los fantasmas?

-No se eso ya nos lo tendremos que apañar-dije yo como pude, el comentario de Edith me había hecho bastante gracia.

-No te preocupes que tu madre no sabrá nada-dijo Danna-no sé cómo serán tus amigas de tu anterior pueblo pero aquí entre amigas no nos vamos chivando de las cosas.

-Por cierto, ¿No me habíais dicho antes que Aitor se llevaba con todos aquí?-pregunté.

-Sí, se lleva bien con todo el mundo-dijo Edith-¿Por qué lo preguntas?

-Es que me ha parecido extraño que antes no haya hecho caso a Belén-dije.

-Digamos que el curso pasado se portó muy mal con todo el mundo, sobre todo con nosotros, aunque claro era diferente porque estábamos en primaria, y todo el mundo sabe que en los colegios hay mucha vigilancia, además no se puede salir, pero deja que este año vuelva a las andadas que la voy a coger por los pelos y se va a tragar todas las mesas de esta planta-dijo Edith.

-Nunca me hubiera imaginado que os cayese tan mal-dije-pensé que solo os caía mal a vosotras pero por lo que me contáis es general.